Despues de estas disculpas que he dado a modo introductorio, proseguire con esta entrada, que para sorpresa de muchos (mia incluso) se trata de un relato, que convina el ayer con el hoy y la manera impresionante que tiene nuestra mente para realizar relaciones. Espero que lo entiendan, que lo aprecien y que les sirva, pero muy especialmente que me ayuden a saber ¿que fue eso?
Verano del 2007: una suave brisa recorre el campus, azotando suavemente los algarrobos. Un fruto de algarroba cae, lo sigo con la mirada desde que se desprende de la rama del árbol, hasta que termina en el piso.
De pronto mi atención se ve turbada por el bullicio, son los alumnos del salón contiguo. Una chica, sin saber porqué captura mi atención de inmediato, quizá sea por su porte al caminar, quizá sea por el color de su piel, no sé que es, pero me ha captado completamente su sola visión, y desde aquel día de una manera u otra la he pensado muy seguido.
14 de mayo del 2009. Camino con dirección a la puerta principal de la universidad, camino lentamente, como esperando algo sin saber porque, veo a un compañero de clases y pienso en pedirle su encendedor para empezar a fumar un cigarrillo, pero algo hace que me detenga y prefiera no fumar. Sigo caminando, y como he pasado de largo delante de mi compañero, sin saludarlo, me llama sarcásticamente por mi nombre y apellidos, para hacerme notar que no le he saludado, volteo, hago un ademan y continuo.
Subo unas escaleras y de pronto mi vista se ve atraída por el destellar del reflejo de unos anteojos, observo el reflejo y me doy cuenta de que quien los llevaba, era la chica que hace dos años había captado mi atención en una tarde de verano. Me he quedado sin saber qué hacer, opto por actuar con naturalidad, camino lento y de repente, quien camina a mi lado es ella, pareciera que camina a mi ritmo, he notado que cuando la he mirado ella ha sonreído y ha agachado la mirada.
Camino un poco mas rápido, pareciera que me sigue, y yo me siento un tonto pensando en ello.
Hay gente delante de mi, y nuevamente es como si caminásemos juntos, pienso en hablarle, pero ¿Qué decirle? Mi mente construye algunos supuestos mientras mi conciencia las examina. Eh… ¿estudias derecho? No, eso sonaría tonto!. Eh… te me haces conocida ¿nos conocemos de algún lado?... eso suena aun más tonto. Eh… hace frio esta noche¿ verdad?... si alguien que no conozco me dice eso, pensaría que está loco y aceleraría el paso.
Hay cierta variación en su caminar, sus pasos son más sonoros ¡arrastra los pies! Como si intentase llamar la atención, miro al cielo y digo para mis adentros: estoy pensando cosas que no son!, pero otra parte de mi me grita: ¿eres tonto o qué? ¿No ves acaso? ¡Al hacer eso te está diciendo: hey estúpido estoy esperando que me digas algo!
Dejo pasar lo que para una parte de mi es una oportunidad para hablarle a la chica que sin saber tan siquiera su nombre, me atrae.
Nuevamente está detrás de mí, y sin saber como ya he cruzado el portón de la universidad, mentalmente me golpeo la cabeza. Me repito una y otra vez, que soy un tonto por no haberle hablado cuando tuve oportunidad de hacerlo
Me dispongo a esperarla y hablarle, pero mi reacción es tardía. Su padre la estaba esperando a la salida de la universidad.
Camino delante de ellos y escucho quizá por primera vez su voz.
¿Será acaso que me estoy enamorando? No lo sé pero, en mi mente ha surgido la idea inevitable del miedo, miedo a perderla sin conocerla, a que tenga enamorado, miedo a… ¡que se yo! Me estoy ilusionando tontamente. Y en mi corazón surge un anhelo: ser mejor solo por captar de algún modo, su atención.
En lo más profundo de mi alma surge la sensación de cambio, cambio que algo dentro de mi me asegura que será pronto, cambio, que será en todos y cada uno de los aspectos de mi vida, un cambio bueno…
Esto ocurrio hace ya mas de un año, y la verdad es que no he tenido el valor de colgarlo aqui, en el blog, lo tenia guardado en un cajon, y lo leia casi todas las noches, a veces me cruso con esa persona en la universidad, y no se que hacer, me sonrojo, ella a veces, parece sonreir, otras parece ignorarme, la verdad es que no se....
Este año casi no la he visto, pues no he estado en la universidad, algunas veces cuando he ido a visitar a mis amigos, la veo, alguna otra vez nos hemos cruzado y me he quedado como un tonto mirandola, es algo bastante confuso...
Tengo miedo...
Hasta la proxima entrada que no creo que tarde mucho...
Un abrazo fortisimo.
Pues no tedria nada de malo que le hables y sino llegan a ser enamorados, pueden llegar a ser exelentes patas, xq no ¿? ...
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